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Laboratorio. Medios del Cuerpo

Proyecto Ganador de la Convocatoria Laboratorio del Parqueadero del Banco de la República y la Fundación Gilberto Alzate Avendaño 2011-2012
El cuerpo no es el medio de la sexualidad, la sexualidad es el medio del cuerpo, de lo que se derivan tantas sexualidades como cuerpos hay. El cuerpo no es un medio de comunicación, la comunicación es un medio para el cuerpo, por tanto hay tantas formas de comunicarse como cuerpos existen, ¿podríamos encontrar una forma común entre esas diferentes y no imponer un único modelo?. Enfocar y asumir la idea de “Medios del cuerpo” nos lleva a la necesidad de lo múltiple, de lo diverso, así como la idea de corporeidad desde lo auténtico, la sensibilidad específica.
 

Residencia en la Galería santa Fé, Sede Teusaquillo, del 1 de noviembre al 7 de diciembre.

La acción de habitar. Habitar una casa como metáfora de habitar una sociedad.

Asumiendo el carácter del lugar que ocupa actualmente la galería: Una casa.

Habitar es continuar el espacio, es un hecho activo y transformador, de afectación mutua, entre espacios y cuerpos, un compartir desde la tolerancia y en los intersticios entre cuerpos. Y esto es un poder del performance, más allá de intentos transgresores superados desde hace décadas, el performance hace manada, contagia, posibilita enlaces, diálogos.

Habitacción no propone una mirada específica del performance ni del cuerpo, sino que, por el contrario, abre un espacio a diferentes miradas y nociones, se propone compartir en un habitar diferentes perspectivas, para esto se invitan diferentes personas que dan cuenta de posiciones desde lo chamánico, lo político, el género, la pulsión o la razón (entre otras posibles miradas). Estas personas habitan el espacio durante el tiempo del laboratorio, y en este habitar tendrá un lugar fundamental el rastro, aquellas huellas que dejan cada acción o intervención, huella de cuerpo, a partir de la cual otro cuerpo puede crear otra acción.

Punto de Encuentro es una convocatoria a realizar acciones e intervenciones en ciertos puntos de la ciudad que se establecen como puntos de encuentro para momentos de emergencia, catástrofes, terremotos.

Este proyecto asume el encontrarse como una metáfora referente a la necesidad de establecer nexos y de reconocer diferencias, necesidad que en nuestro contexto actual se torna fundamental. Pero esta idea de encuentro, (a partir de estos sitios señalizados), se relaciona con hechos trágicos que nunca son deseados, situación que además ratifica que nuestros encuentros familiares, personales o sociales, están generalmente enlazados a situaciones caóticas o tristes. Pero ¿por qué no validar estas marcas como “puntos de encuentro” que no requieren de un suceso caótico para cumplir con la función que valida su nombre? ¿Por qué no asumir el texto “Punto de encuentro” como una orden o como una sugerencia abierta? ¿Por qué no aceptar esta invitación que nos hace la ciudad y plantear actos de Encuentro que signifiquen estos puntos a través de vivencias? ¿Por qué no validar otras formas de encuentro que no dependan de situaciones extremas y violentas? ¿Por qué no encontrarnos en otras situaciones que no impliquen una guerra, una catástrofe, una muerte, un atentado, una protesta, una crisis?  

 

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